Medalla de bronce en el Pierre de Coubertin

El equipo vasco cadete-junior de kata ha logrado este fin de semana una medalla de bronce en el XIII Campeonato Europeo de las Regiones, celebrado en París, en el que han participado 22 regiones del Viejo Continente y un total de 625 competidores. Esta es la primera medalla lograda por la Federación Vasca de Karate en un Europeo de las Regiones.

Ekaitz Pintado, Julen Barreras y Antonio Jimena han hecho un gran campeonato sobre los tatamis del estadio Pierre de Coubertin, donde trece equipos se han disputado la kata masculina cadete-junior (“sub-18”). Hay que destacar el enorme trabajo desarrollado por Antonio que, tras el inoportuno esguince clavicular de Xabier Pereda -entrenando el bunkai, precisamente-, pasó a ocupar su puesto unos pocos días antes de la competición: una suplencia brillante.

El equipo de Euskadi (Pintado, Barreras y Jimena) hizo Enpi en la primera ronda contra el equipo de la región turca del Mármara (Cekic, Karayel e Yldiz), que respondió con Jion; resultado 5-0. En la siguiente ronda, Ekaitz, Julen y Antonio, de nuevo con cinto rojo, vencieron al equipo de la región italiana de Apulia (Scardigno, Tanese y Zezza) realizando Kanku Sho; resultado 4-1.

Plantados ya en la semifinal esperaba el equipo del Lacio (Barreca, Diana y Sperati). Salío primera la squadra latina con la kata Paiku y contestaron los nuestros con Gojushiho Sho, pero dos desequilibros fueron suficientes para dar al traste con una gran ejecución de la kata; los jueces sentenciaron con un 0-5 desfavorable.

En el único encuentro de repesca, valedero para ganar una de las dos medallas de bronce, había que derrotar al equipo de Belgrado (Cerovic, Suvajcevic, Zivkovic); salieron los serbios con Unsu y contestó el equipo vasco con la misma kata. El bunkai de los nuestros fue asombroso, no solo por la calidad de su ejecución sino también –y sobre todo– por las múltiples novedades introducidas sobre la marcha, espléndidamente resueltas a vuelapluma... El "cajón" que encierra a los coaches evitó que se vieran los escalofríos que debió padecer Leire, la seleccionadora, ante la imparable “creatividad” de su equipo. Pero en el hantei arbitral todas las banderas nos fueron favorables y la medalla de bronce fue el justo premio a tanto trabajo y esfuerzo.

¡Felicidades a todo el equipo!